Vistas de página en total

viernes, 7 de noviembre de 2008

La paradoja de los muros.

Leía en un muro de mi ciudad natal (Ponferrada) durante las manifestaciones contra la L.O.U. (que no sabíamos lo que era pero si sabíamos que estábamos en contra) "Capitalista Asesino" en la puerta de un pequeño kiosco de barrio, estoy seguro de que el propietario de dicho negocio oprimía a cientos de obreros en asia, o África u otro lugar lejano que nos preocupa solo cuando no tenemos de que quejarnos. Los muros, "hardware" de la ideología y el saber del pueblo.

En Vallegrande se encuentra el lugar dónde expusieron el cadáver del Ché Guevara, como antes os comentaba, en una vieja lavandería, donde cuelga el cartel que podeis observar. El lugar está lleno de pintadas de revoluciones pasadas, de revolucionarios pasados, y de luchas que aun continúan como un lobo con distinta piel. Observemos las mas paradójicas y unas fotos del lugar dónde nos llevo un tipo que encontramos en la calle que le patinaba un poco las neuronas, que segun cuentan los del pueblo, fue debido a un accidente: chocó con 5 años de adicción al alcohol y un desengaño amoroso. Agarraos que hay curva con algunas pintadas!!!!









Bueno, sin duda ha quedado claro la evidente vinculación entre el Ché y Sabino Arana (ambos tenían barba y ambos eran blancos y negros), pero lo mas truculento el trío escalofriante Ché- Kiss-Jesucristo, demostrando una vez mas que vivimos tiempos turbios ideologicamente hablando. Creo que Guevara se está revolviendo en su tumba.
Mejor veamos algunas fotos del lugar que se me abre la úlcera...

















Después de visitar la lavandería quedaba la última pieza, el lugar dónde en el año 97 encontraron los restos del Ché, la pista del aeropuerto de Vallegrande, construido por unos gringos" (Americanos) que tenían una avioneta (¿Por qué no constrir un aeropuerto?) Después del relato de Don Ananías suponía para mi ver la historia en tres dimensiones, a mi frente. Además tuvimos la tremenda suerte de conocer la noche anterior a un grupo de médicos cubanos que nos mostraron el mausoleo construido por su gobierno al Ché, un lugar de una blancura cegadora y llena de muchas intenciones y sentimientos (no necesariamente buenos) de miles de personas (no necesariamente buenas).


Al volver al "alojamiento" (hostal de poca monta), lo mismo de siempre, el mismo cambio con otra piel, otra idea... "No habrá revolución, es el fin de la utopía" Decía Sabina en su canción "El Muro de Berlín"... No creo que sea así, creo que es tiempo de una revolución no de pensadores, si no de sentidores, de lápices y voces, no de fusiles y discursos. Aquella fue esperanzadora, pero no triunfó, llenó los pueblos de odio y las calles de sangre, ésta... no lo sabemos, pero es lo único con lo que contamos, poder llenar los ojos de realidades, los papeles de tinta . Empieza en nosotros, acaba en los otros.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Las intenciones pueden ser buenas pero los medios para conseguir los cambios tienen sus puntos negros: cuando se empuñan las armas hay muerte (muchos de ellos lo único que tienen q ver con la causa es el estar allí); cuando se empuñan plumas es difícil que el mensaje llegue a todos, es complicado concienciar.

Nunca estarán todas las causas resueltas, siempre habrá revoluciones que impulsar ¡Como la vida misma!

¡Hasta el Vecín siempre!

africano dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
africano dijo...

Supongo que la visión que uno tiene del mundo influye quizá poco y en pocos otros, pero influye. Tratar de cambiar el mundo así, de ser una revolución, es casi seguro una de las más lentas revoluciones posibles. Sin embargo eso mismo decían de la "reglas" que rigen la evolución de las especies, que no había tiempo con cambios tan pequeños y simples para dar lugar a tanta diversidad y a tanta complejidad.
Precisamente porque creo que es más difícil cambiar las ideas de alguien que su código genético, creo que la única re-evolución posible es abrir bien los ojos por uno mismo y dejar que nuestra forma de verlo permita a los que nacen con nuevas y mejores ideas hacerse fuertes con ellas en su forma de ser.