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miércoles, 17 de diciembre de 2014

Instrucciones para escapar de la lluvia.




Mójate. Quítate toda tu ropa y mójate. Es estúpido escapar de algo que cae del cielo. El cielo es enorme, tú eres pequeño. Acompáñate siempre de una bolsa de plástico y en cuanto sientas la primera gota correr perezosa por tu espalda, morirse consumida por el calor sofocante de tu piel, desnúdate todo lo que el lugar o las convenciones sociales te lo permitan, guarda tu ropa y disfruta de la lluvia. Puede que te miren como un loco, pero este manual es para escapar de la lluvia, no para correr debajo de ella sin sentido esperando que más adelante no haya gotas, tampoco te recomendará encoger los hombros en gesto de incomprensión suma para que las gotas no te alcancen y mucho menos intentar meterte debajo del alero de un tejado para que una enorme gotera fría y sucia te empape hasta el alma o debajo de un árbol para que ocurra lo propio con las enormes gotas que se deslizan por sus hojas. En este manual no encontrarás la forma de escapar de la lluvia sin mojarte, no encontrarás paraguas ni impermeables.
Mójate. Te mirarán como a un loco, pero más tarde, cuando la lluvia pase y el calor de tu piel haya evaporado todas las gotas, sacarás tu ropa seca de la bolsa, tus calcetines y tus zapatos y habrás pasado de ser un estúpido en calzoncillos con una bolsa debajo del brazo a un loco seco. Creeme. Mójate.