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domingo, 30 de noviembre de 2008

"Es de bien nacido ser agradecido"


"Cuándo algo malo sucede en un lugar, ese lugar queda dañado, no solo lo sufre el que tiene el accidente, a la pachamama eso le duele, también ella queda con una herida. Hay que limpiar los lugares y reconciliarse con ella, a Ella le duelen tanto las cosas horribles como a nosotros" me decía mi maestra Claudia, días después de que el joven "Carlitos" se hubiese lanzado a la piscina y quedado inmovilizado de piernas y brazos. Pasaba en aquella noche su segunda operación, era decisiva, crítica...

Carlos, mi jefe, me miró, y sonrió, ya había hecho ésto muchas veces...

-No nos podemos olvidar de la pachamama, si no mira lo que ocurre-dijo Claudia- hace mucho tiempo que no le agradeces, debes pedirle disculpas.

Se abrió la "mesa blanca", sobre un pedazo de papel sábana blanco, en el centro, había un círculo de algodón. Caludia sacó dulces de distintos colores, con distintas figuras, las que mas me llamaron la atención fueron un par de ellas que representaban a un par de ancianos y otra que era una serpiente... y ya sabeis que no pude quedarme con la pregunta...

-Los abuelos representan la sabiduria y la clarividencia, son espíritus que viven en las montañas, a ellos vamos a rogar que ayuden a "Carlitos", la serpiente representa su columna vertebral, es donde hay el daño. Son caramelos porque la tierra es como un niño... le gustan los dulces- sonrió.

Una vez que los caramelos con forma de cosas de lo mas variopintas estuvieron en el centro de la mesa, sacó una bolsa de hojas de coca y pidió nuestra ayuda.

-Díganme nombres de gente que estuviese aqui el día del accidente. Comenzamos a recitar, y por cada nombre ponía una hoja de coca, en círculo, rodeando a los caramelos, y haciendo un círculo sobre cada una con sus dedo índice.

Cuándo hubo acabado ésto, sacó una bolsa con sebo

-Es grasa de tres animales, llama, cabra y oveja- Holía a matadero. Cortó esa grasa en pedazos pequeñitos y los colocó sobre las hojas de coca. Lo regó con vino y con alcohol. Pidió a la Pachamama su perdón y su disculpa.

-En esta parte no solo pediremos perdón a la Tierra, también pediremos por "Carlitos". Antes hay que reconciliarse con el lugar. Envolvió todo en el papel sábana, hizo una especie de paquete y se lo entregó al jefe... lo recibió con solemnidad y nos dirijimos al lugar del accidente, allí lo depositó en un plato de barro y le prendió fuego. Comenzóa a arder.

Claudia se metió un "Bolo" de hojas de coca.

-Le está gustando, acepta el perdón, tenía ganas de que se lo pidiésemos... El fuego ardía vivamente.

-¿Cómo sabes que le está gustando?-Pregunté

-La coca ha cambiado de sabor, ya no es amarga, ahora es dulce, (yo también me di cuenta que mi bolo había cambiado de sabor) además... ¿no te resulta curioso que un paquete de caramelos, hojas y grasa se esté quemando, no emita casi humo y no huela a nada?.

Me quedé tieso al comprobar que tenía razón, ella sonrió...

Lo dejamos quemar, y aquí viene lo fascinante...

Me llamó desde el lugar donde estaba ardiendo el paquete, no necesitó decirme nada... ante mis ojos un rescoldo con forma de persona se separaba de otro con la forma de la piscina, y entre ellos ardía una llama azul...

-Ya está, ya se han separado, ya aceptó las disculpas y lo ha superado, ¡qué bien!. Ahora veremos que va a ser de Carlitos.

Nos llevó a una mesa apartada mientras las cenizas se apagaban, allí sacó un aguallo (manta tejida a mano con motivos andinos, muy resisitente y de vivos colores, que se usa para casi todo) lleno de hojas de coca.

-Lo tejió mi maestro durante mas de 5 años, me lo dio hace poco, es su regalo, es lo que yo

necesito.

Hizo cuatro grupos de hojas de coca, dos hojas en cruz representaban al muchacho accidentado, otra hoja su colunna, otra el futuro, y otra su recuperación, y comenzó a lanzar hojas al azar sobre éstos pequeños grupos... de repente se paró cuándo una de las hojas que había lanzado cayó paralela a la que representaba asu columna.

-¿Ha tenido mas operaciones? ésta no es la primera ¿Verdad?

-No, ha tenido otra.

-No ha salido bien, hubo algun problema...

-Si, le dejaron el nervio torcido cerca de la vértebra...

Señaló a la hoja de coca que había caido cerca de la que representaba su columna, el nervio central de la hoja estaba torcido... Nos quedamos boquiabiertos...

Siguó el ritual, un camino de hojas de coca unía a "Carlitos" con su recuperación, -En un año se recuperará, será largo y duro... pero se recuperará.

Recogió su aguallo, enterramos el plato con las cenizas en el lugar del accidente y nos fuimos a cenar.

A los dos días, el Dr. Kao que había venido especialmente desde Taiwan a operar a Carlitos, nos mandaba un informe, asegurando, que contra todo pronóstico la operación había sido un éxito, en un año Carlitos estaría caminando de nuevo.






5 comentarios:

Anónimo dijo...

Esto te ha sucedido a ti? el relato impresiona... dejando a un lado al científico escéptico ( al menos a ello aspiro) te habla el hombre de fe (o preadulto creo que nos llaman) si tu me dices que eres testigo no puedo hacer más que creerte y me gustaría saber mas.

Emc dijo...

Impresionante, se me han puesto los pelos de punta. Me alegro por Carlitos

Eileen Hughes dijo...

No había leído éste, qué bello, estoy segura de que si estuviéramos mucho más conectados todos con la naturaleza (Pachamama)seríamos más sabios y no habría tanta tristeza o falsedad alrededor...

Anónimo dijo...

Vaya pasada!!!
Son cosas que parecen increibles, pero ahí están.

Un saludo,
NH4

PD. Yo pronto veré la selva también.

Anónimo dijo...

Se me han puesto los pelos de punta....que fuerte....habrá que esperar una año....
Diana