Vistas de página en total

viernes, 7 de noviembre de 2008

Don Ananías y la Revolución.





Lo conocí por casualidad. Como casi siempre. Me contó una historia insólita, como casi siempre.
El tío de mi compañero de viaje (y laboratorio), el señor Don Ananías Mariscal, antiguo militar contra la guerrilla, actor, patriarca, cultivador de patatas, y sobretodo, Gran conversador.

-El cadáver que encontraron no era el del Ché, el está en otra parte, enterrado en una hacienda privada.
-¿Cómo?.

-Yo cuidé el cadaver del Ché durante ocho días, a turnos. El cadáver que encontraron no era el del Ché.

-¿Entonces dónde está?

-Ojalá lo supiera yo Don Marcos. Despues de ponerlo en la lavandería se lo llevaron al Tecnológico (de la universidad de Vallegrande) y supuestamente lo enterraron en la cocina.

-¿Supuestamente?

-Sí, no se sabe, pero se sabe que no está allí.

-Me explica...

-Yo cuidé el cadáver en la Lavandería, no cerraba los ojos, te miraba... era muy raro estar allí.Cuándo trasladaron el cadáver encuartelaron a toda la tropa, y dijeron que se lo iban a llevar, nadie podía ver nada. Pero había quedado fuera un soldado que había ido a ver a su novia... cuándo volvió se los encontró en la cocina, no hizo ruido, tenía miedo al castigo. Vio que allí cavaban una tumba, no vio que enterrasen allí a nadie, pero vio el cuerpo del Ché. Mas tarde oyó pasar un helicóptero. Yo fui con los Cubanos allá en los 90, no había cadáver, la tumba estaba vacía. se lo llevaron, lo del arepuerto tampoco son los restos del Ché.

-¿Y la guerrilla?

-Aquí nadie necesitaba una guerrilla, nadie nos había oprimido. Ellos nos invadieron. No explicaron nada al campesino, los temían... nadie sabía que era la revolución y podríamos vivir sin ella...

-¿Es antirevolucionario?

-Claro que no... pero no me gusta que me inpongan cosas. Eramos libres aquí. Hicimos prisionero a un gerrillero boliviano, nos contó que los guerrilleros bolivianos por las noches no estaban armados, velaban por los gerrilleros extranjeros que dormían en hamacas, ellos dormian en el piso (suelo). Eso no es igualdad.

-¿Conbatió directamente con la guerrilla?

-Si, pero no con el grupo del Ché, yo luché con el segundo grupo, el de Tania. Eran 20, pero se movían como diablos, casi nos balean, nos salvó un tronco echado en el suelo. Los encontramos porque uno de los nuestros se vistió de barbudo y se hizo pasar por campesino... Para mi no eran gerrilleros, eran invasores, unos días mas tarde cayó el grupo del Ché, cuándo supe quién era me dio pena... Vosotros (los europeos) admirareis al Ché, pero no por lo que hizo en Bolivia, no nos hizo ningún bien. Recuerdo que unos años antes habían venido un grupo de Arqueólogos que hicieron planos de la zona y hablaron con la gente... creo que eran ellos.Después hicimos una asociación de los que luchamos contra la guerrilla, yo fui presidente. Después también vino lo de la película, yo hice de militar.(Silencio) Oiga Don Marcos, vengase mañana a la fiesta!

-¿En Dónde?

-Aquí al ladito,donde planté las patatas en mi cementerio, en el huerto...


Intenté tomar una cucaharada de sopa. También se había quedado helada.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Que grande D. Ananías...

"no me gusta que me inpongan cosas"

Además de todo lo que has dicho sobre el, te falta lo de gran sabio... Como él yo tampoco creo en una revolución que se imponga por las armas... Según Maquiavelo el fin justifica los medios, pero yo no estoy de acuerdo con eso. Las revoluciones de verdad tienen que salir de dentro de las personas no del cañón de un fusil.

Un abrazo tio... alegría de leerte de nuevo que ya hacía tiempo que no sabía de ti.