Vistas de página en total

lunes, 14 de febrero de 2011

Una mañana cualquiera...

Quedarme hubiera sido una locura.Un suicidio. No hay sitio. No hay espacio. Qizás si haya espacio y no sitio. O al revés. De todas formas da igual.
Ésta mañana el metro se comía a la gente. Sí. No es una metáfora. Se los comía. Lo ví. Los empujaba a sus entrañas subidos a escaleras eléctricas, a cintas metálicas... Agonizaban con cara de lunes, esqueletos de carne en gabardinas, de 8 a 8..., los tragaba por un lado muertos, los escupía por el otro muertos. Saturno devorando a sus hijos.Yo en medio, creyéndome Ónfalos. Arrogante y estúpido a partes iguales.
Vi claramente mi muerte en medio de aquel delirio. Sería un lunes de febrero, en un parquecito con la hierba helada, al lado de una mierda de perro. La autopsia revelaría una muerte súbita por una combinación de empacho de currículos, una septicemia generalizada causada por informes y un infarto agudo de miocardio por exceso de facturas... Un empujón me sacó de semejante estupidez, un "avesimiraspordóndevasquevaspisandohuevos" me pegó otra vez a aquella realidad surrealista. No había ni un sólo sitio libre. Al salir de aquel bicho me descubrí en un escaparate también con cara de Lunes. Las calles estaban ocupadas, sin sitio para caminar con los brazos abiertos, sin tiempo para ir despacio. No había ni un sólo sitio en la cola del pan ni en el supermercado. Carteles de "No hay localidades" colgaban en cada esquina. Pensé, incluso, que a este paso no tendría plaza en mi propio entierro... y eso me puso de mal humor.
Me precipité calle abajo, muerto de miedo, casi corriendo... nadie miraba (¿Por qué nadie mira a alguien que corre?) todos andaban cadáveres con su cara de Lunes. Entonces me paré en seco, y delante de aquel monumento a la patria que no tiene sitio para nadie, recordé que mañana salía ese avión, y que podría respirar. Y me reí a carcajadas de nuevo. Mañana salía ese avión...
Lo siento mucho. Es el único lugar en el que encontré espacio.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Ahhhh! the walking death!
Ahhhh! the working death!
Ahhhh! the wanking death!

Besines cronopio!

Nati dijo...

en todas partes se encuentra espacio. e incluso en este madrid que tanto parece que ahoga -o eso dicen- se encuentrala paz si la paz está por encontrarse. te lo aseguro, que de buscar y no encontrar supe mucho.

Anónimo dijo...

siento eso muchas veces cuando salgo a la calle...y me alegro de sentirlo porque significa que no soy como ellos

Anónimo dijo...

Aquí lo llaman el síndrome del regreso... algunas veces, algunas personas, con el tiempo, consiguen escapar de esta visión de cementerio.
Otras veces no, otras veces no escapas. Es como una cicatriz invisible que duele. Puedes acostumbrarte a ese dolor pero te sorprenderás a ti mismo con la mano sobre la cicatriz que no ves, intentado aliviarla y al mismo tiempo feliz de que esté allí.
Esta visión, la cicatriz que te marca, significa mucho. Significa que has estado en un ¿lugar? (no es la palabra adecuada, un mundo, un espacio-tiempo) diferente (DIFERENTE Y REAL). Y ahora, una vez aquí, dentro de "nuestro" mundo, tu yo sin ligaduras, el que te encontró en ese otro sitio, te obliga a mirarnos/te desde fuera.

Viajar no es ir aun lugar. Viajar es encontrar una de las personas que nos habitan. Viajar es volver con otra mirada. Y engancha...