Fue exactamente dos minutos antes de que la voz del imam
empezase a sonar por el altavoz. Abdul abrió los ojos y apenas se levantó de la
cama, comprendió que aquel no sería un día normal.
Para empezar, las calles eran distintas, caminó durante un rato largo por la
ciudad vieja y nada parecía ser igual, callejeó por los lugares de siempre pero
no vio una sola moto o coche, tan solo sintió un profundo olor a muerto, y al
doblar una esquina se cruzó a un indio que llevaba encadenado a un hombre de
azabache… le resultó tan raro que cambió de dirección en la siguiente bocacalle
para dirigirse a la mezquita…
Tampoco la gente era la misma, a medida que amanecía,
numerosos portugueses e indios caminaban
rápido, con cara de preocupación, trajinaban con fajos de billetes, compraban esclavos, oro, marfil… y hablaban de las salidas de tono de la Princesa Salme,
de sus nuevas correrías y de sus amores prohibidos… Alá castigaría a la que
pretendió desafiar todas las reglas y a todos los hombres. Incluso su padre, el Sultán, había puesto el
grito en el cielo…
Caminando por la calle parecía avanzar sin mucho sentido en
el tiempo, sonaron cañonazos y algunos edificios fueron alcanzados. Todo el mundo comenzó a correr calle abajo, gritando
“¡Bombardean el Palacio! ¡Atacan al sultán!”
Duró poco más de 40 minutos y el caos se apoderó de las calles,al instante todos hablaban de la breve guerra, quizás la más breve de la historia entre miedo, desconcierto y estupor.
Abdul corría con la
multitud sin estar demasiado seguro de lo que estaba pasando y al meterse en la
calle principal todo volvió a ser distinto, exhausto se sentó en la plaza y un
nuevo griterío llenó las calles, pareció viajar más de cien años en el tiempo,
ahora había coches y decenas de
periodistas, todo el mundo gritaba "¡El Sultán ha caído! ¡Somos libres!" y
varios grupos armados con simbología comunista patrullaban por las calles,
aquello le pareció algo más cercano a sus recuerdos y el nudo de ansiedad se
fue deshaciendo…. De pronto la llamada del imam le hizo saltar de la cama
velozmente. Despertó por segunda vez, esta vez de verdad, olía a clavo y a
canela y en la esquina de siempre los hombres de siempre preparaban té, más adelante se podían leer los
resultados de la Premier inglesa. Caminó por las calles, pero esta vez sin absurdos
viajes a un tiempo que se pliega sobre el mismo y le enseñan al hombre su
historia..Fotos tomadas en las calles de Stone Town, Zanzibar Noviembre de 2012
3 comentarios:
Preciosas fotos,pirata.Zanzibar,no?.Gracias xq me ha traido muy buenos recuerdos.Bss.
Muy grande, rollito Origen de DiCaprio :-)
Si te hago yo unas fotos de Aruhsa flipas. Ha caído la intemerata.
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