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lunes, 10 de enero de 2011

Sentado en la boca de un volcán...






"Los paisajes más impresionantes que jamás hayas visto" Aquello sonaba a una mezcla entre mitología personal y folleto de agencia de turismo. Pero salía de la boca de David, del viejo león, y tenía sentido. Por el camino encontramos a mucha gente que había visto a David hace años haciendo el mismo viaje, se sorprendían porque ahora lo veían más "pequeño". Antes había llegado sólo, semidesnudo, con un bastón, y, según me contaba emocionado un local,"moviéndose como un león". Ahora llegaba en coche, acompañado por una mujer y dos jóvenes y vestido de pies a cabeza. Claramente había "encogido". Ése es el valor del mito en África, en una cultura basada en la tradición oral puedes "empequeñecer" en tan solo cuatro años o matar un búfalo con tus manos en diez. La verdad es sólo una referencia. Lo que importa es le mito.
Caminábamos pronto en la mañana y al caer la tarde. En el mediodía hacíamos una parada para tomar un té con leche, ardiendo como la barandilla del infierno, y comer algo. El calor era atroz. Descubrimos que metiendo hojas de té en la botella de agua teníamos un té listo en pocas horas. Alguien había lavado las garrafas de agua con detergente y sabía a rayos. Caminamos durante tres días, si algo hubiese pasado no podríamos ir a ninguna parte a buscar ayuda. Nada. Una nada infinita, llena de arbustos y de rocas. Sabía que era el más débil del grupo... y eso me obsesionaba, me tropezaba una y otra vez y otra y otra... me enfadé tanto conmigo... Ésa misma noche un escarabajo se metió en mi oído.... sientes como si te devorase el cerebro... también descubrí un escorpión cerca de mis pies e hice que Miguel lo matara. Fui un cobarde. Tenía miedo. No había llegado a mi límite. Lo sabía.
El último día fue agotador. Compramos una cabra a un Turkana que pasaba con el rebaño. Estábamos hartos de comer arroz con patatas y patatas con arroz. Caminamos durante horas por una llanura, esta vez sin piedras, y desde lo alto de una colina vimos el lago Turkana, inmenso, durmiendo al pie del volcán Telekis. Estábamos tan contentos que nos bañamos ignorando a los cocodrilos... los Turkana nos vigilaban y se reían... éramos como niños chapoteando en la alberca a las tres de la tarde de un día de agosto.
Había llegado, sabía que podía llegar, y en parte no me lo creía. Después de comer nos animamos a subir el cono volcánico y ver el cráter, el interior de "aquello" que nos trajo obsesionados durante días. Las paredes se desprendían, y, otra vez más, yo era el más débil... nunca creí que fuese a llegar, no lo creían mis piernas ni mis manos, pero lo creyó mi cabeza... Arriba el aire soplaba de forma endemoniada, apenas unos metros de camino en el borde, a un lado las paredes empinadas del cono (¡Mierda!... ahora hay que bajar...) al otro, el fondo del cráter, ocultando un mundo perdido, una pequeña sabana aislada del resto del mundo. Mirases dónde mirases, un paisaje de otro planeta, o quizás de éste pero hace unos cuántos millones de años. No podía parar de respirar fuerte... Lo había conseguido. Para nadie significaba nada. Era mío. Sólo mío. Mí tesoro.

7 comentarios:

Alejandro dijo...

POLE

Anónimo dijo...

Mas allá de la tierra, mas allá del
Infinito, busque el cielo y el infierno.
Y una voz severa me gritó:
"El cielo y el infierno están en ti."

-Omar Kayam

Recuerda que vale más
El cerebro que la
Fuerza del músculo
Una cabeza bien amueblada no tiene límites. Besines!

doctormelon dijo...

Life is like a box of chocolates. You never know what yuo gonna get!

Saludos rafiki!

Anónimo dijo...

Desde milimetros hasta mas de cinco cm de largo, poderosas mandibulas, una capacidad increible de repruduccion y de trabajo en equipo...hormigas, una de muchos...

No tenerles miedo??

Noémie dijo...

Como bien decía Aristóteles:
“la primera cumbre no la alcanzamos a pie, sino en nuestros sueños”

He subido miles de cumbres metafísicas y es una sensación sublime, pero el verdadero éxtasis es convertir esas experiencias racionales en percepciones factibles.
Mis felicitaciones porque tú las estés realizando y trasmitido de tal forma que lo podamos recrear en la mente.
Créeme, (yo también me hubiese metido con los cocodrilos)

Mayu dijo...

de vértigo!! (xo del bueno) :D

Oliver de Urioste Fergusson dijo...

un gran ejemplar DAVID ATTENBOROUGH